miércoles, 10 de diciembre de 2008

Rayuel-o-matic

Escribir sobre Rayuela es adentrarse en terrenos de una peligrosísima intelectualidad. Lo es, al menos, para su querido escritor.
Julio Cortázar me ha me otorgado, como puedo suponer que ha otorgado a muchos, una de las experiencias más excelsas al leer Rayuela.
Del lado de allá. Del lado de acá. El glíglico, el jazz, la búsqueda, París. Un libro que es muchos libros. ¿Encontraría a la Maga? La Maga.
El Rayuel-o-matic no es más que una broma del grandísimo cronopio. No falta quien se la toma en serio, por supuesto. Lo que hace a esta broma más exitosa.


Aquí la página del proyecto Rayuel-o-matic:  http://espanol.geocities.com/rayuel_o_matic/index.html. 


En realidad se trata de un buen sito en donde encontraremos una edición digital del libro y el tablero de dirección con ligas a los diferentes capítulos, aunque confieso que me dio risa encontrarlo.
Sn más que decir. Hasta mañana!


1 comentarios:

Aquiles Digo, antes Jordy dijo...

Vaya, vaya. Lector de Cortazar, conocedor de arepas, músico, cinéfilo y estudiante de ingeniería. ¡Todo un hombre renacentista mi estimado Quique! Muchas gracias por tus siempre interesantes comentarios. La experiencia de la resonacnia magnética fue muy curiosa, sobre todo por no poder moverme durante casi una hora. En fin, te mando un saludo.

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